Adolfo Domínguez, el último en cerrar.

 Otro comercio del centro de Maó baja la persiana y algunos comerciantes temen por su futuro.Fuente del Menorca al día.

La tienda de Adolfo Domínguez en s’Arravaleta de Maó ha echado el cierre. Es la última de una lista que se va ampliando y que está dejando el centro de la ciudad sin algunos de sus comercios más representativos.

A pesar de que propietarios y asociaciones coinciden en afirmar que las distintas actividades, promociones y ferias que se han desarrollado en Maó han dinamizado las zonas peatonales, lo cierto es que son muchos los que lamentan que eso no se haya traducido en un mayor volumen de negocio.

“Este verano hemos facturado la mitad que el año pasado”, denuncian algunos comerciantes, que ven una tendencia que pone en peligro su subsistencia.

“El estudio de actividad comercial de Balears revela que va mejor y la encuesta de PIME del sector comercio refleja que las empresas que bajaron su facturación en Menorca se han reducido, pero eso no quiere decir que repercuta en la caja de los comercios”, anota Vicente Cajuso, presidente de ASCOME.

Lo cierto es que en los últimos meses existe un goteo incesante de cierres de locales en el centro de Maó. Uno de los más significativos ha sido el de la librería Ca’n Manent, pero el de Adolfo Domínguez también es muy revelador.

Igualmente, han bajado la persiana tiendas de dulces o de ropa interior.

“Hay más gente, se hacen muchas actividades, pero son pocos los que compran”, afirma el propietario de una tienda, que reclama “más plazas de parking gratis” en el corazón de la ciudad.

“Mucha gente no viene porque es difícil aparcar y porque los que son gratuitos son difíciles de localizar si no conoces Maó”.

Algunos comerciantes también atribuyen la bajada en el volumen de facturación al hecho de que las grandes superficies se hayan implantado en la Isla.

La Federación de Comercio, Hostelería-Turismo ,Juego y transportes de UGT (SMC-UGT) ya rechazo  la Ley de Comercio presentado  por el Govern balear a patronales y sindicatos por perjudicar a los trabajadores y beneficiar el modelo de negocio de las grandes superficies.
 
La organización sindical considera que el contenido del borrador de la nueva Ley de Comercio no ha sido consensuado y deja en desventaja, frente a las grandes superficies, al pequeño y mediano comercio, que es el que emplea a más personas durante todo el año y el que más respeta los derechos de los trabajadores.
“Con la nueva ley muchos pequeños comerciantes se verán obligados a cerrar sus tiendas, lo que implicará aún mayores pérdidas de puestos de trabajos en un sector duramente castigado por la crisis”.