Menorca registra durante febrero 232 parados menos que el mes anterior.
El paro en Menorca suma 28 meses consecutivos con descensos
interanuales. Concretamente desde noviembre de 2012 el desempleo ha bajado cada
mes, respecto al año anterior.
Pese a ello, aún hay 6.358 menorquines sin trabajo, según los
datos referidos a febrero, difundidos este martes por la Conselleria de Treball
del Govern balear.
3.456 mujeres y 2.902 hombres, de los cuales 5.621
son mayores de 25 años, y 737 son menores.Por nacionalidad nos encontramos
con 5.381 Españoles, 340 extranjeros de la Unión Europea, y 637
extranjeros que no pertenecen a la Unión Europea.
Por sectores económicos tenemos 79 en el
sector agrícola, 310 en la Industria, 557 en el sector
de la construcción, y 5.237 en el sector servicios. Tenemos 175
personas sin ocupación anterior.
Si se compara con el mes de enero se aprecia que la
desocupación registrada ha experimentado un descenso del 3,5 por ciento, al
contabilizarse 232 desempleados menos que el mes anterior.
Contratos
La caída del paro ha ido acompañado de un aumento de la
contratación. En febrero se firmaron un total de 1.314 contratos, lo que
representa un aumento del 8,2 por ciento respecto al mes de enero y de hasta un
13 por ciento si se compara con el febrero del año pasado. Del total de
contratos, 130 fueron indefinidos, es decir el 9,9 por ciento del global.
UGT Menorca reclama la urgente puesta en marcha de políticas
activas y la mejora de la protección, a pesar de la positiva evolución del
desempleo, la Unión General de Trabajadores muestra su preocupación por la
tendencia a la precariedad y la desigualdad en el mercado de trabajo y recuerda
que la recuperación del empleo afecta sólo a una parte de los trabajadores ya
que aumenta el paro femenino, entre los jóvenes y entre los extranjeros
abriendo nuevas brechas de desigualdad.
El sindicato considera además que, el
adelgazamiento de las cifras de desempleo está relacionada con el efecto
desánimo entre los desempleados, el descenso continuado de las prestaciones,
las cuantías, la tasa de cobertura y la extensión del paro de larga duración
así como los procesos de emigración, especialmente entre los jóvenes. Por ello,
frente al comodín de las bonificaciones a las empresas, UGT reclama poner en
marcha políticas activas orientadas a todos los grupos en dificultad y a
corregir las desigualdades generadas.
Ante la paralización de sus proyectos que
desarrollan las políticas activas, el Gobierno saca otra vez el comodín de las
bonificaciones a las empresas. Una medida que en teoría persigue tres
objetivos: La creación de empleo estable, reduciendo la temporalidad, favorecer
la contratación de los colectivos con mayores problemas de acceder al empleo y
acompañar a las políticas estructurales de cambio del modelo productivo.
Sin embargo, la realidad de nuestro mercado de trabajo prueba
que las políticas implantadas por este Gobierno están fracasando en la
consecución de estos objetivos (hay más desigualdad, y más precariedad). Entre
finales de 2012 y fin de 2014 el número de asalariados con contrato indefinido
descendió en 56.700 personas en todo el territorio español, mientras el número
de asalariados con contrato temporal aumentó en más de 250.000 (según EPA).
Unos resultados para los que se ha necesitado un gasto en bonificaciones de
2.875 millones de euros entre los ejercicios 2013 y 2014.
Con estos datos, para UGT:
La política de bonificaciones está favoreciendo las
contrataciones a tiempo parcial, son control del tiempo de trabajo y con
consecuencias sobre la calidad de vida de las familias.
La reducción de la temporalidad que muestra el mercado de
trabajo es insuficiente.
Existe un elevado peso muerto o ganga, donde se bonifican
contrataciones que se hubiesen realizado de todas formas; resultando el gasto
ineficiente.
La universalización de la aplicación impide que sean los
colectivos de mayor riesgo de exclusión del mercado laboral los beneficiarios.
Se produce un desplazamiento de trabajadores, que termina
incidiendo en la remuneración y la calidad del empleo.
Lo urgente es poner en marcha el resto de políticas activas
del mercado de trabajo. El Gobierno viene apostando por proyectos cuya puesta
en funcionamiento se está demorando más de lo previsto. El Plan de Garantía
Juvenil, el proyecto de colaboración con Agencias Privadas de Colocación y el
reciente Programa de Activación Empleo se encuentran aún paralizados.
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