Los menorquines creen que la mejora turística no repercutirá en el empleo.

Menorca es la isla que menos confía en que el aumento de visitantes suponga más puestos de trabajo. Diario Menorca

Los menorquines confían poco en que las buenas perspectivas turísticas se traduzcan en más puestos de trabajo y mejoras laborales para los empleados. Menorca es la isla que menos esperanzas muestra en este aspecto. Y es que solo dos de cada diez menorquines esperan que aumente la rentabilidad social en una temporada que se presenta halagüeña. 

Así se desprende del último informe socioeconómico de Gadeso que aborda la percepción ciudadana sobre el turismo y que deja claro que los ciudadanos esperan más turistas, mayor ocupación hotelera, mejores beneficios para los empresarios y mínima repercursión en el trabajador. 

La situación es aún más pronunciada en lo que respecta a la oferta especializada, cuando solo un 6 por ciento de los menorquines confía en el impacto social de la temporada. En el resto de las islas estos porcentajes son sensiblemente superiores. 

Ocho de cada diez menorquines consultados por Gadeso vaticina una temporada mucho mejor a la pasada y siete de cada diez opina que esta situación sí repercutirá en las cuentas de resultados de los empresarios hoteleros. Este análisis de la realidad socioeconómica deja claro que un aumento del número de visitantes no es suficiente para garantizar el éxito de la temporada. De ahí que se crea necesaria una reconversión del modelo turístico. 

En lo que respecta al producto turístico, significativas son las diferencias entre islas en conectividad. Así como en Mallorca es el aspecto mejor valorado, en Menorca es el peor. No obstante, las puntuaciones que los ciudadanos dan a las conexiones han mejorado ligeramente con respecto a hace un año. Pero seguimos suspendiendo. Al contrario pasa con el patrimonio natural, que Menorca recibe un aprobado mientras que Mallorca y Eivissa suspenden por la percepción de masificación y sobreexplotación. 

En lo que se refiere a la ecotasa, la mayoría de los ciudadanos consultados por Gadeso se muestra a favor del nuevo impuesto. Cuatro de cada diez apoya sin matices el impuesto. Otro 47 por ciento también lo ve positivo aunque, o echa en falta mayor consenso, o aplaude el fondo pero no la forma de recaudarlo.