UGT rechaza la intención de las patronales de comercio de recortar la compensación por trabajar en domingo o festivo.

La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT (FeSMC-UGT) trasladará el próximo martes a las patronales de comercio su “negativa más rotunda” a firmar el nuevo convenio si implica un recorte en la compensación por trabajar en domingo o festivo, que actualmente se paga a nueve o diez euros la hora.

La organización sindical considera que el “caballo de batalla” de la negociación del convenio, que afecta a más de 45.000 trabajadores del archipiélago, será convencer a las patronales para que desistan en su intento de rebajar la compensación por domingo y festivo y de implantar la jornada irregular a lo largo de todo el año.

“Por responsabilidad seguiremos negociando, pero no vamos a firmar un convenio a cualquier precio, no podemos ir en contra de los intereses de los trabajadores”, ha advertido Bladimiro García, responsable del sector del comercio de FeSMC-UGT.

García ha valorado la propuesta de las patronales de mejorar los salarios por encima del 1,5% anual que marca el último acuerdo de negociación colectiva estatal, aunque ha criticado que no hayan aportado todavía un porcentaje concreto de subida, y ha recordado que UGT reclama una incremento salarial del 3% cada año.

Ha añadido que todavía no se han abordado en profundidad los puntos sobre el descanso semanal y entre jornadas, unas cuestiones que podrían “crear otro desencuentro” entre patronales y sindicatos.

Por todo ello, García ha manifestado que si las patronales de comercio continúan con su propósito de “recortar” las condiciones laborales de los trabajadores del sector, UGT se verá obligada a iniciar movilizaciones para defender el articulado actual del convenio.

“El convenio de comercio contempla la ultraactividad indefinida, es decir, la posibilidad de que se prorrogue de manera automática”, ha señalado el responsable del sector del comercio de FeSMC-UGT.

La organización sindical ha insistido en que no está dispuesta a aceptar un convenio que rebaje derechos laborales que “han costado años de lucha y que necesitaron de la intervención judicial para consolidarse”.